jueves, 6 de marzo de 2014

Perdido el rumbo de mis pensamientos
entre locura y desolación navego,
cual náufrago que pide a gritos ayuda,
cual corazón que dice mi sangre es tuya.
Y dejo que mis lágrimas empañen mis ojos,
dejo que la tristeza inunde mi alegre rostro,
pues voy a perder lo que más me importa,
creo que llevo el alma un tanto rota.
No se qué hacer, si no puedo hacerlo,
no sé cómo aplacar todos mis recuerdos,
quiero encontrar la ecuación mágica
para sacar de mi alma todo lo que me mata.
Y vuelvo a recordar que tengo que ser fuerte,
pero es algo a lo que se niega mi mente,
no puedo hacerlo sola, me lleva la marea
de todas las noches que pasamos en vela,
que nos amamos como dos desesperados,
ahora no sé como lograré poder olvidarlo.

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