Hundiéndome en la negrura de mis pensamientos, 
cayendo a través del vacío inmenso,
intentando respirar bajo el peso de mis miedos,
sin lograr jamás olvidar mis sentimientos.
Dejadme de una vez alzar el vuelo,
no soy una niña en un simple bote de remos, 
quiero llegar a tocar el cielo con los dedos, 
necesito ganas de luchar por lo que quiero.
Mi cielo gris vuela sobre mi cabeza,
no hay nubes, es simple tristeza, 
cansada de tanto perder pedazos de mi,
harta de no saber qué es ser feliz.
Esta soledad me está acribillando,
me clava su aguijón hasta el fondo del alma,
tantos conocidos, tan pocos amigos,
los pocos que tenía desaparecieron con el alba.
Sé que soy cabezota, a veces pesada,
sé que no soy la princesa de un cuento de hadas,
solo pido a gritos la libertad de mis lágrimas, 
que caigan cuando sienta felicidad mi alma,
que no se derramen por un amor perdido,
solo quiero encontrar mi propio camino,
pero estoy sola en este mundo podrido,
donde tengo perdidos a mis amigos.
Nada me queda, nada tengo,
solo un montón de sentimientos,
sé qué pediría si tuviera tres deseos,
tener al amor de mi vida junto a mi,
volver a ser feliz y a tener ganas de reír,
volver a desear tener mi vida para mí,
pero no creo en cuentos de hadas y elfos,
no creo en que la gente entienda mis sentimientos,
no creo que vaya a aparecer un ángel en mi vida,
creo que se trata solo de una mentira,
estoy harta de luchar contracorriente sin remedio,
de sentir la soledad que me rodea tan adentro.